lunes, 10 de noviembre de 2008

¿Qué esperamos?

¿Qué esperamos para dejar de contaminar?, ¿qué esperamos para dejar de matar?, ¿qué esperamos para cambiar?.
La contaminación es nuestra enemiga y somos nosotros los que la creamos.
La falta de conciencia ha generado la fabricación de gases tóxicos. Gases que se eliminan a la atmósfera y destruyen la capa de ozono. Capa q nos protege de los rayos del sol. Rayos que provocan cáncer.
Arrojamos basura al suelo, a los mares, a los ríos. Pero ¿qué va a hacer tirar un papelito al piso?, pero ese papelito sumado con el resto mata animales, contamina el medio ambiente, arruina a la madre tierra.
Talamos árboles como si en poco tiempo vuelven a crecer, generado la destrucción del hábitat de muchos animales, que hoy están en peligro de extinción.
Luego nos quejamos cuando se producen inundaciones, incendios, lluvias toxicas, cuando los mares y ríos están contaminados. Si somos nosotros los que lo provocamos, ¿de qué nos quejamos?
¿Por qué no empezar a cambiar? ¿Por qué no tomar conciencia? ¿Por qué solo lo decimos y no lo hacemos? ¿Qué pasará con el mundo dentro de unos años? ¿Qué será del futuro?.
¡El peligro es ahora, el cambio debe ser ya!
La esperanza sos vos, el mundo esta en tus manos.

Una razón más para destruir al mundo: RUIDO

Uno de los factores de la degradación ambiental es la contaminación sonora. Si entendemos ‘ruido’ como todo sonido no deseado, nos damos cuenta q los bocinazos, la música fuerte, las motos, alarmas, construcciones y los aviones al despegar son cosas innecesarias que afectan nuestra salud. Una de las causas del aumento del ruido es la modernización de las cuidades, pero vale la pena darle una razón más al mundo para destruirlo?. El ruido enferma. Los decibeles en exceso dejan marcas en el organismo. Cuando el aparato auditivo da una ‘señal de alarma’ no hay que dejarla pasar, porque no hay recuperación.















Se puede evitar el ruido:
El estado deberían apuntar a:

• Promover una cultura menos ruidosa.
• Alentar la educación vial.
• Ejercer efectivamente el control y poder de policía.
• Incrementar el arbolado y otras barreras para mitigar el ruido.
• Reducir las fuentes del ruido como las emisiones de los vehículos a motor, las maquinarias de construcción, los aparatos domésticos, etc.
• Implementar la planificación urbana: alejando las actividades más ruidosas de las zonas residenciales.
• Implementar la planificación integral metropolitana y gestión del transporte: fomentando el uso del transporte público y del transporte no motorizado y cumpliendo con la revisión vehicular.
Los ciudadanos también podemos ayudar…

• Informarnos.
• Cumplir y hacer cumplir las normas vigentes.
• Respetar los horarios de descanso.
• Denunciar ruidos molestos.
• Promover políticas educativas.
• Acudir a la Justicia (recurso de amparo).

Mientras tanto habrá que seguir conviviendo con ruido ya que el silencio es un bien cada vez más difícil de conseguir.